30/8/07

Lo que aprendí por E-milio


Lo que aprendí por e-mail


El e-mail puede modificar tu vida. Conoce por qué.

De seguro has recibido miles de correos electrónicos en tu vida. Yo he recibido sabios consejos que han modificado muchos aspectos de mi vida:
• Primero dejé de ir a bailar temiendo levantarme una mina que esté conectada con ladrones de órganos y que así me roben las córneas o me saquen los dos riñones, dejándome tirado en la bañera llena de hielo con un mensaje en el espejo que diga: "Llama a emergencias o te morirás".

• Luego dejé de ir al cine por miedo a sentarme en una butaca con una jeringa infectada con SIDA.
• Después dejé de recibir llamadas telefónicas temiendo que me pidan marcar '*9' y me llegue una cuenta telefónica astronómica porque me robaron la línea.
• También vendí mi celular porque me iban a regalar uno más nuevo en Ericsson pero nunca me llegó. Entonces compré otro, pero lo dejé de usar por miedo a que las microondas me afectasen el cerebro o me diese cáncer.
• Dejé de ingerir varios alimentos por miedo a los estrógenos.
• También dejé de comer pollo y hamburguesas porque no son más que carne de engendros horripilantes sin ojos ni pelos, cultivados en un laboratorio.
• Doné todos mis ahorros a la cuenta de Brian, un chico enfermo que estuvo a punto de morirse unas 700 veces en el hospital.
• Contacté a un Príncipe Nigeriano y le presté mi cuenta para que transfiriera diez millones de dólares. Solamente tuve que pagar diez mil dólares para ayudar en los gastos. No sé por qué no me han depositado el millón de dólares de mi comisión.
• Participé arduamente en una campaña contra la tortura de unos osos asiáticos a los que le sacaban la bilis, y contra la tala del Amazonas.
• Casi muero de hambre esperando junto a mi correo los U$S 150.000 que me mandarían Microsoft y AOL por participar en la prueba de rastreo de e-mails.
• ¡Y el teléfono de Ericcson tampoco llegó, ni mucho menos el viaje a Disneylandia con todo pagado!
• Quise hacer mi testamento y dárselo a mi abogado para legar mis bienes a la institución benéfica que recibe 1 centavo de dólar por cada persona que se anote al final de la cadena de la lucha por la independencia de las mujeres en Pakistán, pero no pude entregarlo porque tenía miedo de pasarle la lengua al sobre y cortarme con el borde, porque se me iba a llenar de cucarachas que se iban a incubar dentro de él, segun lo que por mail me habían informado.
• Murió un amigo mío que trató de prevenir un infarto soplando fuerte en una bolsa de papel.
• Además, tampoco me gané $1.000.000, ni el Porsche, que fueron las 3 cosas que pedí como deseo luego de mandar el Tantra Mágico enviado por el Dalai Lama.

Sé que todas estas cosas me ocurren porque me olvidé de seguir una cadena y por eso me cayó la maldición.

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TRISHAGION

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